23 dic 2008

La debilidad del dólar

Economista, Luis E. Correa B.

Por estos días se habla mucho de la debilidad del dólar de pronto en forma muy apresurada y con base en un análisis, en mi concepto, muy superficial। Veamos।

Como es conocido por la mayoría de los entendidos desde finales de la segunda guerra mundial, el dólar se impuso como moneda fuerte en todo el mundo por ser originaria del país que salió "ganador" de tan triste momento histórico en donde se perdieron millones de vidas, todo por las incesantes ansias que siempre ha habido entre los pueblos de riqueza, poder, dominación, nacionalismo, racismo y religiosidad.

En sus comienzos fue emitido bajo el periodo del patrón oro, pero su reinado como moneda dura a nivel mundial empezó realmente a inicios de los años setenta cuando prácticamente todos los países presentaron grandes problemas en su balanza de pagos debido a la crisis petrolera de aquel entonces. Pero este reinado parece estar llegando a su época final, cuyo comienzo lo podemos ubicar con el atentado terrorista a las torres gemelas y con el elevado déficit comercial de los Estados Unidos con el resto del mundo. Esto por un lado.

Por otro lado tenemos el crecimiento sostenido de China e India a tasas superiores al 8%, una Comunidad Económica Europea más solida, integrada y madura a medida que pasa el tiempo y una Latinoamérica sumida en sus problemas de corrupción y desequilibrios estructurales; cada vez más atrasada con respecto a los países del centro. Esto presenta un mundo dividido en tres grandes bloques: Asía proyectada como nuevo eje de la economía mundial, Europa jugando en la nueva geopolítica global como mediadora entre la bipolaridad china – E.E. U.U. y América, encabezada por la mayor potencia del mundo atravesando por una crisis interna que amenaza con tomar sesgos peligrosos para ellos mismos y para el resto del mundo.

Adicionalmente, encontramos a África como reserva de grandes y ricos recursos luchando por salir de tanta pauperización de su población y, en el extremo norte de Europa, los países de la ex República Soviética esforzándose por ingresar al mundo capitalista y salir de su atraso técnico, social y económico en que los dejó el falso socialismo que allí existió, encabezados por una Rusia cada vez más fuerte económica y militarmente y con ganas de recuperar el protagonismo en el nuevo escenario internacional que tuvo en la otrora época de la guerra fría.

Bajo este contexto se analiza en el presente artículo: la debilidad del dólar. Pero, ¿será que realmente el dólar está débil ó es parte de la estrategia comercial y monetaria de Washington para eliminar el excesivo déficit comercial que tienen con el mundo y, de contera, evitar que la crisis del sector financiero se traslade al sector real de la economía lo que los llevaría a una situación similar a la de 1929?

Para responder la pregunta planteada, analicemos los acontecimientos a partir de los siguientes aspectos que han marcado los últimos tiempos: el ataque a las torres gemelas, el alto crecimiento de la economía China de quien se espera sea el nuevo motor económico en el presente siglo, el efecto riqueza negativo (variación en el consumo real de las economías domésticas en un determinado período, ocasionada por una modificación en el valor actual del flujo de rentas disponibles, presentes y futuras originada por un cambio en el tipo de interés) ocasionado por la devaluación del dólar, la política monetaria implementada por Washington (disminución de tasas de interés y emisión monetaria) y el exorbitante déficit comercial norteamericano.

El ataque a las torres gemelas.
Con el atentado terrorista a las torres gemelas, se comprobó que los Estados Unidos no son el país invulnerable que se pensaba, por tener los sistema de seguridad electrónicos y satelitales más sofisticados del mundo, encargado de “velar” por la paz mundial.

Desde ese momento los grandes inversionistas y el público en general, empezaron a desconfiar en ese país y empezaron a buscar “mejores” lugares a donde llevar sus capitales y, obviamente, ahí estaban: Asia con su fuerte crecimiento y estabilidad social y legal, proyectándose como el eje de la economía mundial encabezada por china; y la Comunidad Europea, estable, sólida y cada vez más integrada y con un mayor número de países miembros que dan amplias opciones de inversión con menores riesgos, e incluso, ha eliminó el riesgo cambiario con la implementación de su moneda única.

El riesgo cambiario es motivo de especulación hoy en día en la mayoría de países del mundo, ya que es manejado por expertos especuladores internacionales que administran muy bien grandes capitales denominados en diferentes monedas que se aceptan como medio de pago a nivel internacional, obteniendo jugosas rentabilidades a partir de los diferentes tipos de cambio que hay entre ellas.

Debido a esta actitud de los inversionistas, especuladores y de la gente en general, se empezó a demandar otras monedas del mundo, especialmente el euro, lo que ha hecho que esta moneda se aprecie hasta llegar a convertirse en la moneda patrón del dólar estadounidense. Esto parece haber asestado un duro golpe a la población norteamericana, pues ahora su moneda ha llegado a ser despreciada en algunas partes del mundo al no ser aceptada como medio de pago y ya se empieza a pensar en nuevas monedas de reserva internacional.

Algunos países están empezando a cambiar sus reservas y algunos precios de sus productos de exportación se están tazando en otra moneda, como Irán y algunos exportadores de petróleo del golfo pérsico que ahora tazan el precio de su petróleo en una canasta de monedas.

Por su parte, los europeos están felices porque ahora pueden realizar turismo más económico en Norteamérica debido a que, gracias a la revaluación del euro, su ingreso real en comparación con los ingresos norteamericanos ha subido en más de un 40%. Esto, obviamente, ha ocasionado insatisfacción social entre la población norteamericana la cual empieza a ver que el sueño americano está tocando a su fin y que situaciones tan comunes en países en desarrollo se están presentando allí: los despidos laborales en maza, las quiebras bancarias y, lo más preocupante, las perdidas de vivienda por parte de muchas familias debido a la incapacidad de pago de los dueños.

China
El gigante dormido está despertando y últimamente se proyectan, junto con la India, como el eje de la economía mundial y quienes posiblemente soporten la situación económica que se avecina si los E.E. U.U. entran en crisis. Hasta ahora, el motor del mundo económico a sido estados unidos, pero debido a la crisis financiera y a la posible recesión que llega y no llega, se empieza a mirar quien podría remplazarlo como locomotora de la economía mundial, presentándose China como una opción clave dado su fuerte crecimiento que promedia el 10% desde hace ya varios años.

Pero no podemos olvidar que las condiciones mundiales han cambiado y desconocer que hay otros actores importantes que jugarían al lado de China un papel importante. La India con fuerte crecimiento y con una población bastante numerosa, la comunidad europea muy estable e integrada, América Latina, que pese a sus problemas ha ido creciendo y está empezando a tener mayores y mejores vínculos con otros países aparte de estados unidos y, finalmente, los países de la ex cortina de hierro que emergen al mundo con grandes potenciales de crecimiento e integrados al sistema capitalista.

El efecto riqueza negativo
La FED, para enfrentar la crisis recesiva que amenaza la economía norteamericana, se ha visto presionada a utilizar medidas de política monetaria claves para minimizarla al máximo: bajar tasas de interés y emitir billetes. Bajó las tasas de interés para estimular el consumo y reactivar la economía que amenaza con entrar en recesión. Complementario a lo anterior, inyectó fuertes sumas de dinero al mercado para salir de la crisis de las subprime, que se presentó en ese país a raíz de los préstamos que se colocaron en forma irresponsable al conceder créditos a clientes sin capacidad de pago.

Para enfrentar la crisis financiera, no tuvo inconvenientes en aplicar las soluciones que están a la mano según las lecciones aprendidas de las crisis financieras bancarias que en otros países se han presentado. Se sabe que si el sistema financiero de un país entra en crisis, el gobierno tiene que salir a salvarlo para evitar el pánico financiero que se generaría entre la población y para evitar que ésta se propague al sector real de la economía, en donde sus consecuencias serían desastrosas. Y, efectivamente, sucedió tal cual, la Fed Se vio obligada a intervenir emitiendo dólares para apoyar el sistema financiero y evitar que la crisis se propagara.

Pero, ¿su objetivo era evitar solo la crisis financiera? NO. En la sombra tenía otro mucho más importante que el anterior y vio el momento apropiado para alcanzar ese objetivo primordial: reducir el cuantioso déficit comercial. La solución, devaluar el dólar. Como las condiciones eran las más apropiadas, la Fed uso los instrumentos de política monetaria tradicionales, redujo las tasas de interés presionando la caída de la demanda de dólares y emitió grandes cantidades, como complemento a la anterior, para lograr una efectiva devaluación del dólar, revirtiendo el flujo comercial del mundo y encausar, de esta manera, el efecto riqueza negativo entre los tenedores de dólares: el resto del mundo.

¡Eureka! Solucionados los problemas norteamericanos: reactivación económica a la vista, superación de la crisis financiera interna, transferencia de pérdidas al exterior (empobreciendo a los poseedores de dólares por el efecto riqueza negativo) e inclinación de la balanza comercial a su favor.

Brillante forma de minimizar las pérdidas norteamericanas transfiriéndolas al extranjero. Mediante la titularización, los títulos respaldados por las hipotecas y su comercialización entre los agentes de más allá de las fronteras. Y mediante la pauperización de los tenedores de dólares, especialmente para sus principales acreedores, China, india y Japón.

Pero no solo se transfirieron las pérdidas al resto del mundo, sino que lo involucraron sin que este lo pudiera evitar, ya que el que tenía dólares está vinculado a sus vaivenes y por lo tanto asume el efecto riqueza negativo, así no lo quiera, ocasionado por la devaluación del dólar. El dueño de dólares de ipso facto absorbe la pérdida de su riqueza al poseer esta moneda que dentro de los Estados Unidos y en el resto del mundo han perdido poder adquisitivo por su devaluación frente al euro.

Pero también lo sufrirán los poseedores de títulos expresados en dólares porque cuando vayan a hacer efectivas sus inversiones, estas probablemente no les sean devueltas por el valor esperado. Bien sea porque no reciben su valor equivalente junto con su respectivo rendimiento monetario o sin los rendimientos esperados al haber confiado en una moneda fuerte, como lo era el dólar al momento de la adquisición del título.

Washington tomó estas medidas por ser las más fáciles y las más rápidas para superar sus problemas. Las más rápidas, porque ellos tienen en sus manos la maquinita de producir dólares y exportarlos a todo el mundo. La más fácil, porque todas sus deudas están expresadas en su misma moneda, lo que les evita los problemas estructurales adicionales que se tendrían que manejar en cualquier país cuya moneda es diferente al dólar.
Con razón, “En 1971 John Conally, secretario estadunidense del Tesoro, lo dijo con toda claridad: “el dólar es nuestra moneda y su salud es el problema del resto del mundo”.[1]
En conclusión
La debilidad del dólar ha sido creada y bien manipulada para transferir las pérdidas de la crisis financiera norteamericana a los tenedores de títulos expresados en dólares y a los grandes tenedores de dólares en efectivo: el resto del mundo, especialmente China, india y Japón.
China, Japón e India, deben estar preocupados y pensando como mitigar las pérdidas transferidas por el efecto riqueza negativo, ya que su cuantioso superávit comercial se les está esfumando por mantener excesos de reservas en una moneda que ha empezado ha perder el poder adquisitivo y la preponderancia que tenía en el mundo y que ahora se está devaluando frente a su moneda patrón, el euro.
Aquellos países afectados por la devaluación del dólar y poseedores de grandes reservas en esta moneda, más temprano que tarde, tienen que empezar a diversificar esas reservas en dólares por otras entre las cuales eviten al máximo el efecto riqueza negativo que los está afectando y que está erosionando sus ganancias comerciales acumuladas a lo largo de varias décadas.
Claro está que ese proceso de desdolarización de sus reservas tendrá efectos severos en la economía mundial que serán motivo de otra reflexión por parte del autor de las presentes líneas debido a que el dólar seguiría devaluándose demasiado provocando serios problemas a la economía mundial. Por ahora lo único que se puede hacer es esperar los efectos que traerán para el mundo las medidas de política monetaria que ha tomado la Fed y cuál la reacción del resto del mundo para suavizar el ajuste económico mundial que se ve venir.
[1] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=71418